Existen muy pocos casos de madres que tengan que interrumpir la lactancia por el consumo de medicamentos. Por ello, las mamás que dan el pecho a su bebé no deben preocuparse ante un resfriado o un persistente dolor de garganta, debido a que los fármacos que pueden tomar sólo pasan a la leche en cantidades inocuas para el bebé.
Al margen de la lactancia y del embarazo, no existe ningún medicamento realmente eficaz para combatir el resfriado. De esta manera, cualquier madre que amamante a su bebé podrá recurrir a remedios naturales que suelen aliviar las molestias del resfriado. En estos casos, se aconseja aumentar la ingesta de líquidos y realizar lavados nasales para fluidificar la mucosidad. Para descongestionar la nariz tapada, se puede recurrir a algún tipo de spray nasal, aunque se recomienda que su uso sea mínimo, no porque pueda perjudicar al bebé, sino por el daño que pueda acarrear en las mucosas nasales.
«Los medicamentos para el resfriado o el dolor de garganta no afectan a la lactancia materna.»
En la lactancia materna, cuando la madre que da el pecho a su bebé tiene dolor de garganta puede recurrir a remedios naturales, como humidificar el ambiente con eucalipto o tomar alguna infusión caliente con miel, como tomillo mezclado con un poco de zumo de limón. Los sprays para la garganta pueden mitigar las molestias. Por lo que se refiere al própolis, conocido y eficaz protector de la garganta y las cuerdas vocales, se trata de una sustancia natural extraída de las abejas, pero al formularse, la mayoría de las veces, en soluciones alcohólicas, debe tomarse durante la lactancia con cuidado.
En los casos en que el resfriado o el dolor de garganta se agraven, deberíamos acudir a nuestro médico de cabecera, quien nos prescribirá el tratamiento a seguir. De todas formas, podemos hacer la consulta de compatibilidad de cualquier fármaco con la lactancia materna en la web: www.e-lactancia.org.
