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La episiotomía: Todo lo que necesitas saber

La episiotomía es una de las técnicas relacionadas con el parto que más controversia está generando en los últimos años. De hecho, en la actualidad existe cierta concienciación al respecto y su práctica se está reduciendo en algunos hospitales. Ello se debe a la difusión de ciertos estudios sobre los posibles riesgos y secuelas de la episiotomía, así como a la oposición por parte de la OMS a la práctica de la episiotomía como técnica rutinaria e indiscriminada en los partos.

¿Qué es una episiotomía?

Es una pequeña incisión quirúrgica que se realiza durante el parto en el periné, concretamente en la zona que va de la vagina al ano.

¿Cuál es su finalidad?

La episiotomía amplía el canal del parto, con el objetivo de acortar la duración del parto para que la salida del bebé se produzca antes. Los ginecólogos la practican para facilitar la salida del bebé y minimizar el riesgo de desgarro no controlado.

¿En qué casos es útil una episiotomía?

La OMS sólo la recomienda cuando el parto presenta ciertas dificultades, como, por ejemplo, riesgo de asfixia fetal, expulsivo que no avanza…

¿Siempre es dolorosa?

En un principio, una episiotomía realizada por necesidad y, además, bien ejecutada, no debería conllevar demasiadas complicaciones. Algunas mujeres no sienten dolor y en dos semanas, más o menos, el corte está cicatrizado. Sin embargo, en muchos casos, la episiotomía resulta muy molesta y dolorosa, y es preciso adoptar una serie de medidas para aliviar la hinchazón y para que no se infecte la herida.

¿Cuáles son los posibles riesgos a corto plazo?

  • hemorragias
  • infecciones
  • problemas en el día a día para cuidar al bebé, para ir al baño, para sentarse …

¿Y a largo plazo, hay secuelas?

  • dificultad para reiniciar la vida sexual
  • problemas de incontinencia urinaria y fecal
  • desgarro en el siguiente parto
  • herida emocional

¿Cómo se puede evitar una episiotomía?

Hoy en día, cada vez son más los centros hospitalarios en los que se opta por limitar la instrumentalización en el parto. Ello implica que, para evitar prácticas como la episiotomía, se adopten técnicas más naturales y respetuosas con la embarazada y su bebé, como por ejemplo:

  • dejar que la naturaleza haga su trabajo, facilitando así fases de expulsivo más largas
  • cambios de postura durante el proceso de parto
  • masajes perineales
  • compresas calientes para relajar la zona y proteger el periné con el fin de que esta zona se adapte gradualmente a la abertura vaginal cuando vaya a salir la cabeza del bebé
  • contracciones con pujos más suaves

¿Podemos prevenir las episiotomías antes del parto?

No se puede predecir cuándo hará falta una episiotomía. Sin embargo, podemos disminuir el riesgo de sufrirla a través de:

  • los ejercicios de Kegel (ejercicios de suelo pélvico) se pueden iniciar desde el principio del embarazo, ya que mejoran el tono general del periné y descongestionan la zona, recargada a medida que avanza la gestación
  • los masajes perineales favorecerán la flexibilidad de esta zona dos veces a la semana durante el mes y medio previo a la fecha prevista de parto.